¿Cómo se elabora 'La Rosquilla'?
Comenzamos a jugar con muy pocas reglas y facilitando aún más el juego. No parece necesario hacer una gran adaptación para que todos los chicos y chicas puedan jugar pues tenemos el espacio adecuado y los pocos gestos técnicos parecen sencillos.
Vamos a ir reglamentando el juego a medida que surgen situaciones conflictivas, no deseables o dudosas y, por otra parte, vamos a tratar que con las reglas el juego sea fluido y vistoso. Se busca en su construcción que el juego sea limpio, con continuidad, intentando que los jugadores contacten lo menos posible, evitando que se apiñen y facilitando el juego de ataque para hacerlo más atractivo. Así en el comienzo los jugadores pueden dar tres pasos con el aro en su poder y la defensa al jugador que lleva el aro se hará al menos a dos metros de distancia. Esto facilitará los mecanismos de percepción, decisión y ejecución. Se anima a que los jugadores se muevan continuamente.
Esta idea de poner en práctica es la que utilizo en todas las adaptaciones de deportes, facilitando el juego inicial y entrenando los gestos técnicos más complicados aparte para incorporarlos más adelante. La progresión en el juego la llevo a cabo utilizando al comienzo más jugadores en ataque que en defensa. Para ello, pueden empezar jugando 3 jugadores con peto verde contra 3 jugadores con peto azul, y 1 jugador con peto rojo que siempre será del equipo que ataca. Hay muchas formas de llevar a cabo esta progresión hasta terminar jugando 4 contra 4 o 5 contra 5 según las dimensiones del terreno de juego.
Finalidad - objetivos
En su origen 'La Rosquilla' no nace con una finalidad predeterminada, solo sé que con su elaboración se ayudará a la consecución de objetivos que pretendemos igualmente con otros de los deportes adaptados: alternativa al tiempo de ocio, alcanzar objetivos propios de la Educación Física, luchar contra el sedentarismo, promover la igualdad de sexos en el deporte y facilitar el movimiento de los jugadores en deportes colectivos. Durante su elaboración y posterior puesta en práctica observo que con esta actividad contribuimos a conseguir los objetivos que día a día buscamos con el deporte escolar: fomentar la participación y coeducación, facilitar la integración y favorecer la inclusión.
¿Y por qué sucede esto? En 'La Rosquilla' los jugadores no tienen un gesto técnico con el que desbordar al contrario como el regate en el fútbol o el dribling en baloncesto y por tanto las posibilidades del éxito depende del colectivo, del juego de conjunto. Será pues, la movilidad de los jugadores para buscar espacios libres, la velocidad de desmarque y el apoyo continuo al compañero lo que permitirá ganar las acciones.
Hablamos por tanto de trabajo cooperativo. Los jugadores deben colaborar. Hasta para conseguir una rosquilla se necesita que dos jugadores cooperen, uno lanza y el otro recepciona dentro del área. Esto y su sencillez inicial es lo que hace a este deporte muy participativo, evitando al mismo tiempo que solo los niños más hábiles y con transferencias de otros deportes sean los únicos protagonistas del juego.